Entrevista a Catalina Jiménez: “Hay que escuchar a las mujeres, y darles un lugar preponderante en la toma de decisiones”
Entrevista a: Catalina Jiménez Correa, Decana en la Facultad de Comunicación y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Occidente en Cali
Hace unos años tuvimos la suerte de tener en Trescom a la que hoy es la nueva Decana en la Facultad de Comunicación y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Occidente en Cali, Colombia: Catalina Jiménez Correa.
Desde Yo, jefa hemos tenido la oportunidad de hablar con ella sobre igualdad de género y liderazgo en el ámbito educativo.
1. ¿Pensó alguna vez en que podría llegar a ser decana de una facultad?
Nunca lo tuve como una meta dentro de mi carrera profesional. Creo que este cargo ha llegado a mi vida por una suma de circunstancias en las que coincidieron mi trayectoria profesional, capacidades de liderazgo y gestión, con un momento muy particular de transformación de la Universidad, en el que podía aportar.
Durante los siete años que llevo en la Institución he asumido diversos cargos de gestión académica, que de alguna manera me prepararon para asumir este reto; además estuve durante dos años como Decana encargada. Este tiempo me permitió conocer muy bien al profesorado, conectar y planear de manera conjunta un proyecto académico a largo plazo.
Nunca he pensado en llegar a cargos de dirección como una meta; me enfoco en los resultados y en el trabajo bien hecho, sin importar en qué posición me encuentre dentro de la organización.
2. ¿Qué recuerda de su etapa en Trescom?
Trescom representó para mí la oportunidad de ejercer mi carrera como comunicadora en España, de la mano de un equipo de expertas en comunicación, liderado por Isabel Lozano. En este sentido, Trescom para mí fue una fortuna, un privilegio y una enorme oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal y profesional.
Trabajar en la agencia me permitió interactuar con la dirección de Comunicación de importantes empresas como Sanitas y L’Oreal, así como trabajar en proyectos destacados para estas compañías.
Recuerdo, además, la enorme capacidad de resolución, gestión, el trabajo bien hecho, en equipo, y el ejemplo de su directora, Isabel Lozano. Dicen que uno termina siendo un poco el resultado de las jefas que ha tenido y yo tuve en Isabel Lozano, Florita Vallcaneras y Laura García, el ejemplo de unas verdaderas líderes, con una visión estratégica de la comunicación y una sensibilidad y empatía, que reflejan lo mejor del liderazgo femenino.
Aprendí también muchísimo de las empresas y clientes, a trabajar con excelencia bajo presión y a enfocarme en los resultados. Son aprendizajes que sirven para cualquier trabajo y que han sido decisivos para desempeñar mi cargo actual.
3. A pesar de que hay un mayor porcentaje de alumnas, una de las mayores brechas de género existentes se encuentra en los decanatos y rectorados de las universidades, ¿por qué hay pocas mujeres jefas en las instituciones educativas?
La brecha de género es un asunto estructural, en especial en América Latina, y permea todas las instituciones públicas y privadas. Las Universidades, como cualquier institución, reflejan los imaginarios, problemas y prejuicios de la sociedad.
El camino se está abriendo y en Colombia cada vez hay más mujeres en cargos de dirección académica, rectorías, direcciones de programas o jefaturas de departamento; sin embargo, hay mucho por hacer y el reto no está solamente en permitir la participación de mujeres en juntas de alto nivel, para cumplir cuotas o por un asunto de equidad puramente nominal, hay que escuchar a las mujeres, y darles un lugar preponderante en la toma de decisiones.
4. ¿Ha sentido alguna vez que, por ser mujer, ha tenido más dificultades u obstáculos en su carrera profesional?
Soy consciente que hablo desde el privilegio, porque pude estudiar en un colegio y una Universidad de alto nivel en Colombia y crecí en un contexto de familia profesional, dentro de un entorno social donde recibí todo el respaldo para estudiar lo que quisiera e incluso salir del país. Por supuesto esto es una condición de privilegio en un país como Colombia, en el que un gran número de mujeres se enfrentan a todo tipo de violencias y dificultades.
Aun así, con todos los factores a mi favor, la formación y las libertades que he tenido, sí me he enfrentado a esos obstáculos. Está claro que las mujeres debemos esforzarnos el doble y luchar contra toda serie de micromachismos y situaciones en las que seguimos estando en desventaja.
5. ¿Cree que como decana de una Facultad tiene la responsabilidad de motivar el liderazgo femenino entre sus alumnas?
Sin duda. Es un reto y una enorme responsabilidad. Soy consciente de que estoy en una posición de privilegio, a la que no han podido acceder muchas mujeres y que debo contribuir a que se siga abriendo el camino para todas.
6. ¿Qué tareas quedan pendientes para conseguir mayor igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito educativo?
Creo que la clave está en la educación, sobre todo en América Latina, y a pesar de los grandes esfuerzos, hay todavía mucha desinformación sobre el feminismo, sus causas, orígenes, las diferencias entre conceptos como Igualdad y Equidad y los retos que estos representan para las políticas de género nacionales.
La Universidad debe ser un espacio permanente de reflexión en torno a este tema y el primer paso es que toda la Comunidad Universitaria sea consciente de que, aunque el camino recorrido es mucho, las cifras hablan de manera latente sobre la inequidad en el acceso a oportunidades, brechas salariales, violencia, del que siguen siendo víctimas las mujeres.
7. ¿Qué hace la Universidad por promover la equidad de género y el liderazgo femenino?
En la Universidad Autónoma de Occidente hacemos honor a nuestra razón de ser: la educación, y es a través de ella que promovemos diversas iniciativas académicas como eventos, investigaciones, posgrados, publicaciones, grupos estudiantiles y proyectos que reflexionan sobre la equidad de género y el liderazgo femenino.
Estas iniciativas nos han ayudado a identificar otros temas importantes sobre género, por ejemplo, recientemente, la Universidad presentó la ruta de atención a la Comunidad Universitaria frente a situaciones de violencia de género, que busca brindar atención y acompañamiento a las víctimas, así como, visibilizar y prevenir las violencias basadas en género.
8. ¿Cuáles son los logros que le gustaría alcanzar siendo decana de la Facultad de Comunicación?
Como todas las universidades, la Universidad Autónoma de Occidente enfrenta retos frente a los cambios que plantea la sociedad del conocimiento y la información. Somos una facultad compleja, que integra los campos de la comunicación, el derecho, la educación, la psicología, la economía y demás Ciencias Sociales.
El proyecto de Facultad que lidero plantea a corto plazo la creación de nuevos programas de pregrado y posgrado, de alta calidad. Hay una enorme responsabilidad de las facultades; no se trata de cantidad de programas y de egresados, sino de ofrecer la formación pertinente, sensible, humana, con el sentido de sostenibilidad que demanda nuestro mundo. Una formación local con perspectiva global, como reza la misión de la Universidad.
Por otra parte, el reto es consolidar la facultad de Comunicación y Ciencias Sociales como un centro de pensamiento y desarrollo académico, que incida a través de la docencia, la investigación y la proyección social, en los procesos de cambio social que requiere la región y el país.
9. Qué consejos daría a una alumna universitaria que quiere alcanzar puestos de gran responsabilidad?
Pienso que debe enfocarse en ser excelente en el campo al que ha decidido dedicarse. La empatía, la conexión con los demás y el factor humano son la clave. El liderazgo que se requiere hoy en las organizaciones no es necesariamente quienes tienes más cualificaciones, más títulos académicos, sino quienes tienen más posibilidad de adaptación al cambio, conectan con los demás, tienen empatía. Una jefa no debe saberlo todo, sino tener la capacidad de encontrar consensos y crear equipos de trabajo.
Les diría también que la vida profesional tiene muchos altibajos, momentos de profunda presión, estrés y que es una carrera de largo aliento. Es un asunto de resistencia, de mucha perseverancia, no de velocidad.
Entrevistada por: Ana Maillo