Fátima Lucas: “Sentí la necesidad de promover el papel de las mujeres en las Deep Tech y motivarlas para embarcarse en esta aventura”
Escrito por: Fátima Lucas
Cuando me pidieron que escribiera para el blog de “Yo, Jefa” sobre mi experiencia al recibir el premio EU Women Innovators 2020, otorgado por la Comisión Europea, no tenía claro qué decir.
Naturalmente, es un inmenso honor recibir este premio. Los proyectos de las demás candidatas eran muy buenos y no debe haber sido fácil seleccionar a los ganadores. Estoy muy agradecida de haber obtenido este reconocimiento, pero considero que es importante aprovechar este momento para explicar cómo fue el camino y destacar algunas cosas que quedaron en el tintero.
El proceso estipulado por la Comisión Europea para seleccionar los proyectos consta de dos etapas: una, escrita y otra, de entrevista con un panel de expertos. En el documento escrito debíamos explicar: 1) qué innovación hemos llevado al mercado; 2) su impacto y 3) nuestra capacidad de liderazgo.
Los primeros dos puntos del documento eran fáciles. Escribir sobre la innovación y su impacto siempre ha sido una tarea habitual de mis responsabilidades como CEO. En Zymvol ofrecemos soluciones para el desarrollo de biocatalizadores (en concreto, enzimas) que pueden ser usados en una multitud de industrias para acelerar procesos químicos y así mejorar una gran variedad de productos y procesos. Pero nuestra verdadera propuesta de innovación se basa en el uso de simulaciones por ordenador, que permiten que estos nuevos biocatalizadores lleguen al mercado de forma más rápida y económica.
El impacto de nuestra labor está claro si consideramos que el uso de biocatalizadores es una alternativa mucho más sostenible, ya que pueden reemplazar procesos químicos contaminantes y poco respetuosos con el medio ambiente. En una línea: nuestra empresa está democratizando el uso de la química verde en la industria.
Mi mayor reto en la redacción de la propuesta fue demostrar a un panel de evaluadores mi capacidad de liderazgo. Crear una empresa no es una tarea fácil y solo es posible gracias al esfuerzo de muchas personas. En ese sentido, el apoyo de mis socios fue fundamental, pero también el de todo el equipo, sin el que Zymvol no sería posible. Ante la dificultad de hablar de los méritos propios, preferí escribir sobre los logros colectivos alcanzados hasta la fecha y los valores por los que se rige Zymvol:
- Crear puestos de trabajo estables en un entorno donde el crecimiento personal y profesional es prioritario
- Fomentar la igualdad de oportunidades. Actualmente, somos 16 personas de 7 países distintos, de los cuales un 56% son mujeres.
- Valorar la formación. El 78% de los integrantes de nuestro equipo tiene un doctorado y promovemos la formación continua a todos los niveles de la organización.
Una vez superado el primer reto, se me notificó que debía acudir a una entrevista con un panel de expertos de diversas áreas. Después de una exposición de 20 minutos, se inició un turno de preguntas donde inevitablemente me preguntaron: “¿Cómo habéis conseguido tener a tantas mujeres en una empresa Deep Tech?”.
No era la primera vez que me lo preguntaban y la respuesta es siempre la misma: “En nuestra empresa siempre seleccionamos la persona mejor cualificada para el puesto, independientemente del género. De hecho, recibimos un elevado número de aplicaciones de mujeres cuando abrimos plazas. He oído a más de una candidata decir que había aplicado porque seguía la trayectoria de Zymvol y la mía, y se sentía identificada con lo que estamos intentando hacer”.
Personalmente, pasé más de 15 años trabajando como investigadora en química computacional, un área dominada por el género masculino, pero nunca había sentido cualquier tipo de discriminación por ser mujer. Sin embargo, desde que lidero una start-up, he percibido que en el mundo empresarial existen ciertas diferencias y que, efectivamente, hay un número reducido de mujeres en puestos directivos.
Fue ahí que decidí que debía hacer algo. Sentí la necesidad de promover el papel de las mujeres en la industria y a motivar a otras a embarcarse en esta aventura.
No creo que exista una fórmula única para conseguir el equilibrio de género, pero sí creo que hay que liderar con el ejemplo. Como científica que soy, usé datos en mi argumentario: porcentaje de contratos indefinidos (por un trabajo estable), porcentaje de mujeres (por una igualdad de género), porcentaje de doctores (por reducir la fuga de cerebros), etc.
Para mí, el premio “Women Innovators 2020” es un enorme incentivo para seguir mi camino y demostrar que cuando realmente queremos algo, con ideas, motivación y trabajo, todo es posible.